Sobre Angie Madrid

Desde que era niña, el baile me llamaba con fuerza, siempre me a gustado la música, en especial la Salsa, y me encantaba que en cada rincón de la ciudad siempre había algo sonando, así que yo crecí en un ambiente latino, con la influencia de la música Colombiana.

Mi formación fue un viaje hermoso: mis primeros pasos fueron por diversión con amigos y familia cuando era una niña. Después de unos años estando en la Universidad, la chispa se encendió, busqué clases en la ciudad y llegué a Social Club, el lugar que más adelante se convertiría en mi segundo hogar y donde hoy, con orgullo, soy profesora. Ahí comencé en clases grupales, luego tomé clases privadas para perfeccionar mi técnica y me uní a grupos de salsa y bachata con los que hice shows y competencias, fueron muchos años de practica y esfuerzo invertidos, para vivir momentos increíbles. Sin embargo, lo que más marcó mi camino fue el día en que alguien me pidió que le enseñara a bailar, simplemente porque le gustaba cómo yo lo hacía. A partir de esa primera clase —sin experiencia, pero con toda la pasión— descubrí que enseñar era otra forma de amar el baile.

Con el tiempo, las oportunidades llegaron. Comencé a trabajar en una academia, donde mis alumnos eran principalmente extranjeros que buscaban vivir una experiencia latina auténtica. Así nació mi enfoque: crear clases personalizadas, cálidas y memorables para turistas que desean conectarse con el ritmo de Medellín.

Desde entonces he enseñado en distintas academias de la ciudad, y he acompañado a cientos de estudiantes de diferentes países a descubrir que el baile es mucho más que pasos: es cultura, conexión y emoción.

Mi estilo de enseñanza nace de la empatía. No solo busco que aprendas a bailar, sino que te sientas cómodo, presente, y orgulloso de cada paso que das. Me conmueve profundamente cuando un alumno me dice que fui su primera profesora, que le ayudé a superar miedos, o que lo motivé a seguir bailando en su país. Esos momentos son mi mayor recompensa.

Creo que bailar también es una forma de terapia. Mis clases, que se dan a domicilio en Medellín o en espacios alquilados, son espacios para conectar, soltar, y disfrutar del proceso. Porque al final, bailar no es hacerlo perfecto... es hacerlo con el corazón.

He sido parte de distintos eventos en el país, donde he podido formarme con grandes referentes de la salsa y la bachata a nivel mundial.